La Asociación Cultural Serranía de Guadalajara que trabaja en el estudio, recuperación y difusión del patrimonio cultural y natural de la
comarca y de los pueblos de la Serranía de Guadalajara, ha recopilado una serie de palabras serranas con las que se ha creado el interesante "Diccionario Serrano".
José Antonio Alonso, hace una introducción donde nos relata el pasado y la situación actual de nuestros pueblos.
"Hace tiempo que esta serranía castellana vio salir a la mayoría de sus hijos camino de las grandes urbes: Madrid, Guadalajara, Alcalá, Barcelona, San Sebastián, Irún…vieron llegar a aquellas gentes con los cuatros duros que les habían dado por la venta de sus treinta cabras, una yunta de vacas y un par de mulas tordas. La tierra no daba para más y había que labrarse un porvenir.
Atrás quedaron las casas en silencio, los
cuatro abuelos puestos al sol del mediodía, las escuelas cerradas, que
ya solo se abren la semana de fiestas, como peñas para los nietos de
aquellos emigrantes.
Esta Castilla desolada vivió otros tiempos
en que sus vecinos se reunían en los atrios de las iglesias, convocados
al toque de campana para solucionar democráticamente los asuntos
concejiles; tiempos en que los campos se sembraban, los animales
pastaban en los prados y la juventud cantaba, bailaba y se emparejaba;
tiempos en que de un hogar salían dos, tres, cuatro…
No, no era esto la idílica Arcadia.
Nuestros padres abandonaron el tajo porque la vida aquí era muy dura.
Demasiado trabajo para tan poca sustancia.
Pero los hijos de estas tierras, volvemos
los fines de semana. Hemos arreglado las viejas casas y casillas y
regresamos. Buscamos el silencio, el sosiego y la paz que la ciudad nos
niega. Organizados en asociaciones, hemos recuperado las canciones, las
viejas fiestas y rituales; hemos colgado en el portal, o en la vieja
fragua, que ahora sirve de museo, los antiguos aperos de labranza, los
cacharros de barro y la memoria de lo que un día fue, pero ya no será.
Una tierra sin gente -con muy poca gente,
para ser más exactos- puede difícilmente pensar en el futuro a largo
plazo. Se nos llevan el agua, nos escriben la historia y el fuego arrasa
todos los veranos algún monte, algún valle, los rincones donde nuestra
retina busca el verdor, el aire limpio.
Cada rincón tiene su nombre, los aperos
tienen sus nombres, cada oficio tenía sus palabras, cada acto tiene sus
verbos, cada cualidad sus adjetivos.
Apenas quedan rebaños en la Sierra, ni
pastores que guarden el ganado. Cuatros tractores labran y siembran la
escasa tierra productiva en un par de semanas. La ronda, si es que sale,
lo hace el día de la fiesta y punto. Han desaparecido las acciones, los
oficios, las artes, las costumbres. Y en estas circunstancias surgen los
hijos de la tierra que en un desesperado ejercicio de melancolía
recuperan los nombres, los adjetivos, los verbos que oímos desde niños y
que todavía llevamos pegados a la piel, guardados en un rincón del
cerebro, cual valioso tesoro en el recuerdo.
Hemos perdido la población, se desmoronan las cercas de pizarra y el futuro pasa de largo sin contar con nosotros.
Nos quedan los hermosos paisajes, el
patrimonio material y el patrimonio intangible, que se nos escapa como
el agua entre los dedos.
Nos quedan los recuerdos o, como decía el poeta, NOS QUEDAN LAS PALABRAS.
Este VOCABULARIO POPULAR SERRANO es un
homenaje a todas las generaciones de serranos que nombraron las cosas,
las acciones, los adjetivos…Los historiadores y filólogos podrán buscar
aquí las huellas de las culturas que han ido dejando su poso secular.
Gracias a todos los que lo han hecho posible."
JOSÉ ANTONIO ALONSO.
Vocal de Patrimonio. Asociación Serranía de Guadalajara
Vocal de Patrimonio. Asociación Serranía de Guadalajara
Hacer CLICK para ver el VOCABULARIO POPULAR SERRANO, publicado en la web de la Asociación Cultural Serranía de Guadalajara
No hay comentarios:
Publicar un comentario